Feyre está destrozada. Y aunque tiene a Tamlin por fin a su lado sano y a salvo, no sabe cómo podrá dejar atrás los recuerdos que la acechan... ni cómo mantendrá en secreto el oscuro pacto que hizo con Rhysand, que la mantiene intensamente unida a él y la confunde.
Feyre ya no puede seguir siendo la de antes. Ahora es fuerte y debe romper con todo lo que la ata. Su corazón necesita libertad.
Hoy os traigo la reseña de la continuación de una novela que me encantó desde el principio, y de la cual tenéis reseña subida al blog de la primera novela, Corte de rosa y espinas. Se convirtió en una de mis mejores lecturas del año y estaba como loca por leer la continuación. Recomiendo que no leáis la reseña si no habéis leído la primera parte de la serie, ya que puede tener algún spoiler.
La novela está narrada en primera persona por nuestra protagonista principal, Feyre. Ya sabéis que es mi forma favorita de narrar, y esta vez he echado de menos algún capítulo narrado por algún protagonista masculino. El anterior libro terminaba no de forma muy abrupta. En esta novela nos encontramos con un Tamlin demasiado sobreprotector, que llega a tratar a Feyre como una muñeca de porcelana. Feyre como ya demostró desde el principio es una guerrera, una luchadora nata, no va a quedarse quieta y menos a aceptar órdenes.
Feyre se siente enclaustrada, y lo peor de todo, se siente inútil, porque no la dejan ayudar en nada; ella solo acude a fiestas y se pasea. A pesar de querer a Tamlin, ella no quiere esa vida, no ha luchado tanto para quedarse con eso. Aquí es cuando aparece de nuevo Rhysand, reclamando el trato. En un principio Feyre no soporta a Rhys, es un chico malo al que no puede acercarse mucho. Poco a poco él la va adentrando en su mundo, y ella es incapaz de no comprenderle.
Feyre está confundida, ya no sabe quién es el bueno aquí y qué es lo malo. En medio de esto, está a punto de desatarse un desastre que va a arrasar todo lo que conocen. Feyre está decidida a participar como sea, por sus hermanas, y por ella.
Me ha encantado nuevamente el personaje de Feyre, es el ideal femenino que todo lector quiere leer, no me cansaré de repetirlo. No se conforma, lucha y le da igual arriesgar si así consigue lo quiere. No se deja amilanar por nada ni por nadie. Tiene un carácter fuerte y es puro fuego. Ahora viene Rhys... Bueno, con Rhys ya me quedo sin palabras. Me he enamorado totalmente de él. En serio, Rhys es mío, no se toca jaja. En esta segunda entrega le hemos podido conocer y ponernos en su lugar y ... solo diré que es uno de mis personajes masculinos favoritos de lo que llevamos de año.
Aparecerán nuevos personajes y volvemos a encontrarnos con intriga, acción, y giros que no se esperan. Estoy mordiéndome las uñas hasta poder leer la siguiente parte. ¡No puedo esperar!
¿Habéis leído el libro? ¿Os ha gustado? ¿Qué os ha parecido? ¡Dejad un comentario con vuestra opinión!
Miłego dnia :)
ResponderEliminarZapraszam na nowość z rossmanna.
Esta saga no la veo para mí, pero graciad por tu opinión.
ResponderEliminarBesos.